Licor de Cedrón

 

Con el comienzo del otoño y la llegada de los primeros fríos, vienen las podas; y el cedrón no escapa a la actividad. Las hojas tienden a amarillear y a perder sus propiedades organolépticas en esta época, lo que nos da una última oportunidad para utilizarlas.

Aprovechando la poda este año decidimos hacer un licor de cedrón. El proceso es rápido y sencillo, aunque el macerado requiere algunos días de espera. 

El licor

El licor es por definición una bebida alcohólica obtenida por maceración en aguardiente/alcohol de hierbas o frutos, y en este caso, endulzada con azúcar. 

Cómo base alcohólica recomendamos el alcohol de cereales, tiene 95 volúmenes, es potable y  no tiene prácticamente olor (se encuentra fácilmente en cualquier farmacia a unos $200 el litro).


Ingredientes

500 ml de alcohol de cereales 95 vol.

120/150 hojas de cedron

500 gr de azucar

500 ml de agua

cascara de ½ limón



Utensilios

Botella para macerar

Embudo

Filtro de papel o algodon

Botellas de vidrio 330/500 ml



Maceración

Para comenzar cosechamos unas 120/150 hojas de cedrón y las dejamos macerando en 500 mL de alcohol, junto con la cáscara (si puede ser deshidratada mejor) de medio limón. El tiempo de maceración puede variar dependiendo de las temperaturas y la cantidad de aceites esenciales que puedan contener las hojas de cedrón, pero va desde los 8 a los 15 días. Podemos ir probando la preparación con una gota en la lengua para determinar la concentración, aunque tenemos que tener en cuenta que la solución final no va a ser tan intensa como el macerado.



Filtrado

Pasados estos días y con el macerado en el punto que determinamos, procedemos al filtrado.

La aparición de algún sólido en el licor puede afectar directamente su vida útil, convirtiendo a la filtración en una etapa fundamental que nos asegurará un licor duradero y de apariencia cristalina. 

Hay varios métodos para una filtración eficiente; primero colamos los sólidos grandes con un colador de malla o una tela, para después pasar a filtrar las partículas minúsculas que se pueden haber desprendido y pueden permanecer en suspensión nublando el licor. Para esto podemos usar un filtro de papel (melitta, hario) directo en el embudo o algodón. En caso de usar algodón apretamos un poco en el pico del embudo (para que no se caiga y mantenga un filtrado correcto), y otro poco de algodón menos denso en el cono del embudo, para evitar que el algodón de abajo se sature. 



Almíbar

La noche anterior al filtrado preparamos un almíbar utilizando -en este caso-  500 gr de azúcar y 500 ml de agua y calentando hasta diluir todos los cristales. La ecuación a utilizar es a partes iguales alcohol, azúcar y agua. Es fundamental dejar enfriar totalmente el almíbar antes de utilizarlo.



Embotellado y almacenamiento.

Con la tintura filtrada y almíbar listo los mezclamos y embotellamos. Cabe aclarar que mientras más aséptico sea el ambiente y los instrumentos utilizados, más vida útil va a tener el licor. 

Para almacenamiento, lo ideal es utilizar botellas chicas (siempre de vidrio), de 330 a 500 ml, porque al contener tantas sustancias volátiles, la apertura diaria favorece la evaporación, en detrimento de aromas y sabores. Para tapar podemos utilizar tapa de metal o corcho. En cuanto al color de la botella, son deseables aquellas que filtren un poco la luz solar, ámbar o verde, para evitar la oxidación de los compuestos derivados del cedrón. Es ideal dejar unos días antes de consumir para que el licor se estacione.


Conservación

Para su conservación no es necesaria la refrigeración, pero el licor se sirve frío de heladera o freezer.



Maridaje

Este licor además de ser muy dulce, tiene marcadas notas refrescantes y cítricas. Recomendamos acompañar con algun postre esponjoso y cítrico, por ejemplo, un clasico de nuestra carta de otoño; bizcocho de mandarina con frosting de sesamo negro. Un maridaje por afinidad de sabores y de estación.


Sobre el licor y la salud.

Se dice que los licores de hierbas tienen propiedades medicinales. La realidad es que no están catalogados como medicamentos, pero sí contienen los aceites esenciales* del cedrón y el limón que son beneficiosos para nuestro organismo. De todas formas todo contenido medicinal de estos aceites se ven contrastados con el consumo de una bebida de alta graduación alcohólica, por lo que no se recomienda consumir más de 30 ml diarios.

*La composición del aceite esencial fue determinada por cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas, los compuestos mayoritarios presentes fueron: α-Citral (22.13%), 9,10-dehidro-isolongifoleno (15.46%), β-Citral (14.06%) y limoneno (10.28%)




Fuentes

- Composición química, fraccionamiento y actividad in vitro del aceite esencial de Aloysia citriodora Palau (“Cedrón”) sobre las bacterias Escherichia coli y Salmonella typhimurium

Rudas Gonzales, Donny David. Universidad Peruana Cayetano Heredia

- El libro de las plantas medicinales. Pbro. Egenio Arias Alzate. Editorial oveja negra 1991

- Aloysia citrodora - Wikipedia