Farm to Table: entendiendo los beneficios de consumir local y de estación
Comer alimentos cultivados localmente es una de las tendencias actuales, pero ¿alguna vez te has parado a pensar por qué es tan importante? En la cocina, cada vez más, centramos nuestras experiencias gastronómicas en el concepto “de la granja a la mesa”. Pero entender este concepto y por qué es importante va más allá del sabor: comer productos locales y de temporada es esencial para disfrutar de una dieta lo más sostenible posible con un menor impacto medioambiental.
Sin duda, consumir alimentos de estación es más saludable en algunos aspectos, pero lo que hace que la cocina de la granja a la mesa sea diferente -y potencialmente mejor para todos- es que el ciclo de cosecha asociado a ella impacta de varias formas en nuestra sociedad.
En esta entrada del blog vamos a explorar cómo la compra de alimentos de origen local cada temporada puede ayudar a crear una dieta nutritiva a la misma vez que tiene un impacto positivo en tu comunidad local.
Entendiendo conceptos, estacionalidad global vs estacionalidad local
La estacionalidad global se produce cuando los alimentos se cosechan en una región pero se consumen en otro lugar durante una época diferente. Por ejemplo, las manzanas de Nueva Zelanda pueden ser disfrutadas lejos de casa por los europeos durante los meses de primavera y verano. En cambio, los productos locales de temporada permiten que la recolección se sincronice directamente con el consumo.
Salud, ambiente y comunidad
Consumir alimentos de estación no solo es beneficioso para nuestra salud, sino que también tiene un impacto positivo en el medio ambiente y en las comunidades locales. Cuando comemos alimentos fuera de temporada, estos suelen ser importados de otros lugares, lo que significa que han tenido que ser transportados largas distancias para llegar a nuestro plato. Este transporte consume grandes cantidades de energía y emite gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático. Otros factores que intervienen en este caso, son los de conservación y producción. Es decir, aquellos alimentos que se producen en temporada y se almacenan para ser consumidos el resto del año, conllevan un gasto energetico que a veces no consideramos, del mismo modo que la producción local de alimentos que no están en temporada, requiere de aditamentos químicos y utilización de recursos energéticos excesivos en comparación con su época habitual de producción.
Por otro lado, cuando compramos alimentos de estación, estamos apoyando a los productores locales. Estos agricultores suelen cultivar sus productos en pequeñas explotaciones cercanas a nuestras comunidades y por lo general, utilizan técnicas más sostenibles para producir alimentos frescos. Al comprar productos locales, estamos ayudando a mantener la economía local e incentivando la producción sostenible.
Precio y calidad
Los alimentos de estación suelen tener un mejor sabor y son más nutritivos ya que se recogen en el momento óptimo de madurez. Al elegir comer alimentos de temporada, podemos disfrutar del sabor más auténtico del producto y obtener todos los beneficios nutricionales.
Además, los productos de temporada suelen costar menos debido a su abundancia durante la época de cosecha. Win/win, consumimos productos de la mejor calidad, a un precio más barato que fuera de época.